Y es que atrapa. Popoyo te atrapa. La mezcla de su olas, su playa y toda la buena onda que se crea en Popoyo Loco y la gente del pueblito hace que sea difícil partir hacia otro lugar.
Tras la marcha de Joaquín y Christian, se quedaron las dos Sandra una semana más con las que estuvimos, Bruno y yo, compartiendo viaje conociendo otras playas de Nicaragua gracias a que tenían carro y de buena onda nos invitaron a ir con ellas de ruta. Como no, volvimos a San Juan del Sur en fin de semana para pegarnos una marchita suave y al día siguiente surfear Playa Maderas. También estuvimos en Remanso y Playa Hermosa que como su propio nombre indica es una pasada.
Luego regresamos a Popoyo para pasar los últimos días acá y las chiquillas despedirse de Popoyo y de toda la gente que aquí tuvieron la oportunidad de hacer buena onda. Darle todas las gracias por darnos la oportunidad de viajar por Nicaragua con ellas, conociendo lugares buenazos y pasándola increíble, una pena que se fueran tan rápido.
Yo aún sigo en Popoyo Loco, aunque en breve pondré rumbo al norte, hacia El Salvador, a surfear esas derechazas salvadoreñas de las que muchos hablan, pero como dije antes, no es fácil partir por lo bien que te sientes en este lugar donde llevo algo más de un mes, además habrá que volver a San Juan del Sur antes de irse para pegarse una buena fiesta con toda la mafia de Popoyo Loco.
Les dejo, que me voy a surfear, con algunas fotillas más de Nicaragua.
Salí de Costa Rica junto con Allen, con el que hice buena onda en Playa Negra, destino Nicaragua. Agarramos una guagua que nos dejó en la frontera con Nicaragua y allí él tenía un taxi esperándole para entrar en Nicaragua. Él iba hacia Colorado, y me alcanzó hasta el cruce de San Juan del Sur para agarrar una guagua directa hasta el pueblo, que es donde tenía que verme con Joaquín.
Llegué al hostal de tarde y no estaban porque habían salido a surfear. Me acomodo por allí, cuando de repente escucho esa voz canaria, inconfundible... ahí estaban, que puta alegría me dio en el cuerpo, tenía muchas ganas de estar con un colega y apareció, además vino con Christian y enseguida nos armamos para tomarnos unas cervezas y salir, que casualmente es sábado, estamos en San Juan del Sur (ciudad turística), hace mucho que no me pego una marcha y estoy con colegas!!!
La noche ni que decir tiene... lo pasé de putísima madre, y es que es imposible no para de reírse y de pasarla así con estos dos cabronazos, además que hacia tiempo que no estaba en mucha civilización y me hacia falta una ración de esto.
Al día siguiente, con media resaca, nos pusimos las pilas, cargamos todo en el carro que alquilaron (puntazo por cierto, porque las comunicaciones en Nicaragua son un desastre para llegar a la costa) y directos a Popoyo, a hospedarnos en el hostal “Popoyo Loco” (impresionante la buena onda que se crea en este lugar...aún sigo aquí) pudiendo poer la carpa, donde está el surfing.
Gracias al carro nos pudimos mover a diferentes olas como el beachbreak de Colorado, entrando por carretera privada gracias a que Allen daba mi nombre al de seguridad, a El Peñón que es una izquierda larga y facilona, Veracruz, Santana, Maderas... pero siempre volvíamos con la impresión de que Popoyo es la mejor ola de toda la zona y para mí sin ninguna duda. Es una ola que entra en un reef de piedra, potente a marea vacía y que abre hacia las dos direcciones, siendo la izquierda la que mejor se queda.
Tras una semana volvimos a San Juan del Sur, a salir de fiesta de nuevo (buena armada para variar...) y a encontrarnos con dos compañeras y un compañero de Christian que justamente llegaban ese fin de semana. Al día siguiente y con la resaca encima nos vimos con ellas que también alquilaron carro y volvimos todos juntos a Popoyo.
Aquí formamos un gran grupo entre nosotros, las chiquillas y la gente de Popoyo con la que hicimos onda desde el primer día: Bruno, Diego, Alex, Paolo, El Pelao, Cristobal, Maite... surfeando todos los días a tope y de risas, fiestas y cervecitas en todo momento, la verdad que se me pasaron las dos semanas que estuvieron acá volando y con mucha pena cuando se fueron Joaquín y Christian, pero a las chiquillas, ambas dos Sandra de la mejor onda, les queda otra semana más por acá, así que seguiré bien arropado y pasándola de puta madre con ellas y Bruno, un brasileño de la ostia con el que voy a seguir camino, y se está moviendo con nosotros.
Bueno de Nicaragua decir que impresiona bastante la pobreza que se encuentra por cada esquina, viviendo con lo mínimo. Viven en chozas construidas de lo que encuentran y se pasan el día en las hamacas, a cualquier hora, relajados y sin aparentes preocupaciones. Por desgracia sigue existiendo el analfabetismo, llegando a ver niños en medio del denso bosque perdidos en medio de la nada, pidiendo plata a los carros turísticos que por allí pasan, y es que se trata del segundo país más pobre de toda Latinoamérica, después de Haití.
Para la jodida despedida de Christian y Joaquín preparamos una super tortilla española de veinte huevos para reunir a toda la peña con la que mejor onda hemos hecho.
Les dejo con las fotos y vídeos de estas dos semanas frenéticas y totalmente increíbles que me han hecho pasar ustedes, gracias de verdad señores, me hacia falta una visita así. A ver si se anima más gente a saltar el charco.
