viernes, 23 de febrero de 2018

Hasta la próxima Sri Lanka

Nos despedimos de este hermoso país pensando más en un "hasta la próxima" que en un adiós. Nuestra última parada fue en Dambulla, ciudad situada en el centro del país y con dos grandes reclamos: El templo de Oro con sus cuevas, y la Lyon Rock, yacimiento arqueológico construido en el siglo V y principal foto de postal del país. Ambas son actualmente patrimonio de la humanidad por la Unesco y tienen gran afluencia turística. El problema de estos dos lugares sagrados es que entrar a cada uno de ellos cuesta 4500R ( unos 25€ ) por persona, lo que nos parece demasiado caro, vamos un robo total, además que nunca hemos sido de dar un centavo por cualquier motivo religioso, llámalo cristianismo, budismo... son todo lo mismo, una pura secta.

Para nuestra suerte, a unos kilómetros de la famosa "Lyon Rock" hay otra formación rocosa, desde donde además de ser gratis (aunque se entrega donación para tenerla cuidada), se puede apreciar perfectamente la belleza del lugar, que es realmente impresionante, y además puedes ver de frente la "Lyon Rock" teniendo unas vistas magníficas. Además de todo esto, sólo estarás rodeado de unos pocos intrépidos (hay que escalar en algunas zonas para llegar a la cima de Pidurangala) y no será necesario ir apartando a gente como podíamos observar desde Pidurangala.

Para llegar hasta allí tuvimos que caminar bastante porque el bus te deja en la "Lyon Rock", pero de camino nos paró un motorista y se ofreció a alcanzarnos gratis, algo no muy habitual en esta zona del mundo, se ve que tuvimos la suerte de dar con un crack que se apiadó de nosotros. (ver vídeo)

Con esto dejamos Sri Lanka, no antes sin pillar el último tren a la fea y caótica Colombo, sufriendo y sudando a mares durante unas 5 horas compartiendo un metro cuadrado con más de 15 personas...realmente agotador, es de esas experiencias que prefieres no pasar más por ellas pero que tienen que ser vividas en este país.

Les dejo con algunos datos del país para que se hagan una idea si algún día piensan venir:

- El alojamiento es muy básico, nosotros principalmente nos quedamos en casa de locales y en algun que otro hostal. El precio por noche ronda los 8 - 10 € (habitación para 2 personas)

- El abanico de comida, para comer como ellos que fue lo que nosotros siempre hicimos, no es muy variado, tratándose siempre de arroz, noodles o rotty. Eso sí, lo hacen en varias versiones, con vegetales, huevo, pollo o pescado. También hacen en puestos de calle unas empanadillas, riquísimas, pero ojito que tienen bastante picante. La comida aunque la pidas sin picante, siempre te llegará con algo de picante, además necesario ya que sin él se convierte mas insípida.

- El transporte público es el mejor que he visto en el mundo en cuánto a precio y horarios se refiere. Cada cinco minutos salen buses hacia todos los lugares en cualquier dirección. No te preocupes si se te escapó o si va muy petado, espera unos pocos minutos y tendrás otro hacia el mismo lugar. Eso sí, intenta pillar sitio porque van llenos a reventar. Otra de las comodidades del bus es que te recogen donde quieras ( sólo basta levantar la mano ) y te dejan donde les indiques. El tren si tiene unos horarios definidos (y son muy puntuales), y aunque pasan varios al día, tienes que estar pendiente a los horarios.

- Vienen de unas postguerra ya que salieron hace tan sólo 9 años de una guerra civil que duró 26 años ( 1983-2009 ). De todas formas no se nota tanto esa desgracia, se ve que han sabido reponerse con gran facilidad y seguirán avanzando poco a poco.

- No tienen consciencia alguna con el medio ambiente. Esta realidad es aplicable a casi todo el sudeste asiático. En muchos sitios de Sri Lanka lo que hacen las familias es quemar la basura con una especia de hojas por encima para que no huela tan mal, ya que no tienen servicio de basura sino en las ciudades.

- Las distancias son largas, aunque a simple vista en el mapa se vean cerca. Prepárate para un viaje largo, colorido y divertido en bus, con la música a tope.

.- Nuestro gasto en un mes por el país fue de unos 260 € por persona, incluyendo transportes, comida y alojamiento. Ojo, nunca pillamos tuk tuk ( los taxis de aquí ) sino bus o tren. Comíamos su comida local o íbamos al supermercado, y nos quedamos la mayoría del mes en casas de particulares.

Con esto hacemos una escala de tres días en Kuala Lumpur y seguimos a Indonesia, donde nos esperan sus grandes playas, que ya nos hacen falta y por supuesto vuelve el surfing.

Un saludo viajeros.


















domingo, 18 de febrero de 2018

Las Tierras Altas!!

Tras bastantes horas de bús y una magnífica parada en Udawaluwe para hacer el safari, llegamos a tieras altas ceilanesas, en el centro del país, donde se encuentra su principal motor económico, sus más preciadas hierbas, el té de Ceilán. Aparte de grandes plantaciones de té, también disfrutamos de sus trekkings en montaña, cascadas, el escénico trayecto en tren... y su frío, y sí pasamos frío en Sri Lanka, a unos 2000 metros.

La primera parada la hicimos en Ella, a unos 1.100 metros de altura, un pueblecito que tiene una calle principal con todo lo necesario para que sea un punto de encuentro entre mochileros que van buscando algo de fresquito, buenas excursiones por sus preciosas montañas y mucho relax. Allí nos alojamos en casa de un local, que apenas sabía inglés, pero con gestos supimos explicarle que no salía agua de la ducha. Lo solucionó a la noche siguiente... sí, Sri Lanka style.

Nosotros nos pegamos dos buenas pateadas en lo que estuvimos allí. Fuimos al "little Adams peak" un camino por una montaña que a medida que avanzabas se iba poniendo compicado para llegar hasta su punto más alto, donde hay una piedra que da al vacío para la foto de rigor. Disfrutamos muchísimo del pateo... es un lujo las vistas que tiene. También llegamos al puente de nueve arcos, enorme y en medio de la jungla por donde pasa el famoso tren de las tierras altas.

Este viaje en tren es muy concurrido entre los turistas, ya que se puede apreciar toda la belleza del centro de la isla, sus grandes valles, abundante vegetación y sobre todo sus grandes plantaciones de té.

Si algún día piensan hacerlo, no vayan a comprar el ticket días antes, porque así sólo te reservan. A nosotros nos la quisieron meter doblada el primer día (fuimos a reservarlo para salir dos días después) y nos querían clavar 2000 R (unos 10 €). Tras la negativa, hablando con un chico nos comentó que podíamos comprar el billete el mismo día de salida sin reserva, y pagar lo que realmente cuesta, pero que podría ir lleno y no tener sitio (como si esto fuese algo nuevo en Sri Lanka). Madrugamos el mismo día para pillar las entradas y que no se agoten y en taquilla seguían queriendo hacernos la reserva por 2000 R, o teníamos que esperar media hora antes a que saliera el tren para comprar el ticket normal con el riesgo de que no esté completo (no creo que tengan manera de medir cuándo está completo). Ya mosqueados con la situación, pasamos de reservar y esperamos a comprar los billetes normales. Llegada la media hora antes de la salida del tren, pillamos los billetes, y además en tercera clase para que les jodiera un poquito más a 90 R (0'50 €), pese a la negativa del chico, mínimo quería enchufarnos segunda clase, pero se quedó con las ganas.

El recorrido en tren va de Ella a Kandy, aunque hicimos una parada en Nuwara Eliya, el sitio más alto y frío, donde se da la mejor hierba del té y se respira otro ambiente, más señorial, cómo si aquí fuese donde viven los más ricos del país. Aquí hicimos una caminata bonita entre los campos de té, viendo de primera mano como las mujeres recolectan las hojitas del té con sus sacos a la espalda, mientras los hombres las esperan para pesar los kilos que han recolectado y pagarles una miseria por este duro trabajo... una pena, pero así se consigue el que se dice que es uno de los mejores tés del mundo, el de Ceilán. La caminata nos llevó hasta una cascada, donde tuvimos que dar media vuelta y descansar para al día siguiente seguir el trayecto hasta Kandy.

Una vez en Kandy volvimos al caos, a la ciudad pequeña, masificada y ruidosa... al menos en esta habían increíbles pastelerías a buen precio e incluso algo que nos llamó muchísimo la atención, un centro comercial...en medio de esa ciudad, en Sri Lanka, es algo realmente fuera de lo normal.

Con esto nos vamos a una ciudad algo más al norte, Dambulla para una de las mejores vistas de Sri Lanka y decirle adiós a este gran país

Un saludo viajeros.



































domingo, 11 de febrero de 2018

De Safari: Udawaluwe

Esto bien merece una mención especial..., y es que no todos los días uno tiene la oportunidad de hacer un safari.

Dejamos la costa atrás, y de camino a las tierras altas existe un parque nacional llamado Udawalawe que es famoso por la cantidad de elefantes que en él habitan...como íbamos a perder esta ocasión, que además nos quedaba de camino, nuestro primer safari... imposible perderla.

Tras un largo recorrido en bus, llegamos a un pueblo perdido, cerca del parque nacional, dónde habíamos contactado con el del alojamiento para que nos organizara el safari: entradas + jeep. No queríamos estar sino una noche ahí, para a la mañana siguiente hacer el safari, ya que está en medio de la nada.

Para el que no lo sepa, soy un aficionado de los documentales, de último era casi lo único que me paraba a ver delante del televisor...y tener la oportunidad de ver vida salvaje en su hábitat natural me dejó toda la noche casi en vela.

A la mañana siguiente madrugamos, nos pegamos nuestro gran desayuno y partimos, junto a tres franceses, al parque nacional. Destacar que no fuimos a primerísima hora como dice todas las guías y hay mucha gente, sino que lo empezamos a las 8, por lo que estábamos casi solos dentro del parque, algo fundamental para disfrutarlo de verdad. De hecho existe otro parque nacional, mucho más famoso porque puedes ver especies de leopardos, pero está tan masificado y lleno de jeeps que nos echó para atrás.

Aquí tuvimos la gran suerte de contar con un piloto con mucha experiencia en el parque. Estuvimos rodeado de muchas especies de aves, estuvimos frente a numerosos grupos de búfalos dándose el chapuzón matutino, donde se juntaban también cocodrilos ( siempre muy atentos a las crías de búfalos... vimos una muerta, seguro recién capturada ) y sobretodo el más grande...el elefante. Vimos muchos, muchísimos... estando en manadas siempre las matriarcas con sus crías y los machos en solitario deambulando por todo el parque.

Es una locura lo cerca que se puede estar de ellos, tanto que uno de los mayores elefantes que vimos se nos cruzó al lado del jeep ( ver vídeo ), fue un espectáculo que recomiendo vivir alguna vez en la vida... es algo tan impresionante que no me atrevo a expresarlo con palabras, simplemente único..., no me imagino como debe ser un safari africano, se me cae la baba sólo de pensarlo.

En Sri Lanka, el elefante es símbolo de todo, animal venerado y que su caza es condenada con pena de muerte. La suerte de los elefantes asiáticos es que, a diferencia de sus hermanos los africanos (son dos especies diferentes) no suelen tener colmillos, sólo en raras ocasiones algún macho, por lo que no existe la caza furtiva para la trata de marfil, que es el gran problema que sufren en África. Después de estar más de tres horas recorriendo el parque nacional y conociendo un poco más a este gran mamífero, nos cuesta entender a esos que apuntan a sangre fría a este enorme animal... es algo que no lo entendemos, ni lo podemos respetar ( y eso que somos de respetar mucho...).

Bueno, de aquí partimos hacia las tierras altas, a pasar algo de frío, a ver cómo se cultiva uno de los mejores tés del mundo, el té de Ceilán y a conocer las entrañas de este gran país.

Les dejo con las fotos y el vídeo de los grandes protagonistas de esta entrada.

Un saludo viajeros