Desde Lombok saltamos a su hermana Bali, la cuál nos cautivó bastante. No sabemos si porque nos la esperábamos mucho peor por todo lo que nos habían contado, pero nos regaló una semana llena de aventuras, grandes sensaciones y belleza por todos lados. No encontramos esa gran masificación, ni tampoco la vimos para nada sucia, todo lo contrario... quizás por la época en la que fuimos o porque visitamos los lugares correctos. Obviamente nada tiene que ver con la tranquilidad y paz que reina en Lombok, pero como ya había dicho, eso es un marco incomparable.
Nuestra primera parada fue en Ubud, una pequeña ciudad, súper bonita, rodeada de templos hindúes y de montañas con grandes arrozales. Sus calles son agradables para pasear, tomar algo e ir adentrándote en cada rincón, visitando lugares realmente únicos... tiene ese encanto balinés e hinduísta que no encuentras en la musulmana Lombok, y es que la religión, definitivamente, tiene
mucho que ver en sus estilos de vida.
Aquí nos pegamos un día por el norte de Bali, salimos bien temprano y estuvimos recorriendo durante todo el día con la moto por cascadas, arrozales, volcanes y lagos. Nos llovió mucho... considero que nos hicimos ( porque Margot también se atrevió a hacer algunos kilómetros ) un máster en conducción sobre mojado con una scooter casi sin frenos y con más kilómetros que un taxi, y es que aquí las "Honda Vario" superan el millón de kms. y eso que se les da bastante caña.
Tras unos días recorriendo el norte y Ubud, pusimos rumbo a la península de Bukit, donde se encuentran las míticas Uluwatu, Padang y Bingin, aunque también tiene muy buenos points más al sur. Como de costumbre, y huyendo un poco de la muchedumbre, nos quedamos en medio de la nada a unos 15 minutos en moto de las playas y fuimos a las zonas menos transitadas del sur como Nyang Nyang, una increíble derecha e izquierda que rompe sobre afilado reef, en una playa preciosa, tranquila y súper limpia. También pasamos por Greenball y la izquierda de Pandawa, que son dos playas tranquilísimas y con muy buen surfing. La mayoría de las playas en esta península se encuentran al abrigo de acantilados, por lo que hay que hacer un pequeño esfuerzo para llegar a ellas, y sobretodo para volver subiendo lo andado.
Obviamente visitamos la mítica Uluwatu, y aunque no llegué a surfearla porque no era la época y casi no había olas, disfrutamos muchísimo de sus charcos y su gran puesta de sol al estar orientada totalmente al oeste. Aquí nos tomamos nuestra primera Bintang en una terracita con vistas espectaculares a la puesta de sol, charlando del mundo y la vida con dos chicas españolas.
En Bali vivimos algo único en el mundo, es el "Nyepi Day" (día del silencio) y viene siendo el día sagrado del año. Para resumirles, es un día en el que está prohibido salir del alojamiento, nadie trabaja, no se pueden encender las luces, no se puede casi hablar e incluso se permiten el lujo de ser el único país en el mundo que cierra su aeropuerto un día al año... este día lo toman muy en serio. Bali se convierte en absoluto silencio, calles vacías y todo el mundo rezando en sus casas para quitar todos los males del año y comenzar su año nuevo limpio de cualquier movida... cosas de estos lares, sólo queda respetar sus costumbres y pasar el día jugando a las cartas y la noches a la luz de las velas. Nosotros fuimos a la ceremonia que se celebra el día anterior, hacen figuras enormes y las muestran al pueblo con música y bailes típicos de cada zona.
Con esto pusimos rumbo a Australia, un país único al que nos gustaría volver en algún momento. Ya pondremos un post sobre nuestra experiencia Aussie.
Les dejamos con las fotos y vídeos de Bali
Un saludo viajeros!!
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