jueves, 15 de marzo de 2012

Pichilemu - Punta de Lobos

Lugar mítico en el mundo surfero, donde llegan de cualquier lugar del mundo y su eonomía se basa en nosotros, los surferos, que vamos en busca de buenas olas y pasarla bien. En Pichilemu no estuve muchos días porque, aunque tiene dos buenas olas que son La Puntilla e Infiernillo, yo quería surfear en Punta de Lobos, una de las world-class chilenas, a unos 8 km. de Pichilemu y me daba lata estar todos los días haciendo dedo para ir y volver. Lo bueno de Pichilemu es que tienes donde comer super barato, visitar algo la ciudad y salir de noche si quieres, pero yo buscaba otra cosa, más alejado de la ciudad y más cerca de lo natural, Punta de Lobos, alejado de todo. Informándome con la gente, di con el lugar perfecto, con una onda que no se da en muchos lugares y con gente que me tocó compartir mi estadía que no tienen precio... simplemente bacán!!

Un inciso, para que vean lo pequeño que es el mundo, mi último día en Pichilemu, justo antes de irme hacia Punta de Lobos, vi a una pareja paseando con tablas bajo el brazo y me dio por saludarlos y preguntarles si sabían como venían las olas para la semana. Desde que recibí el “hola” supe al tiro que eran españoles y estuvimos largo tiempo hablando para llegar a la conclusión de que eran una pareja, ella vasca y el maño, a la que yo estuve siguiendo por internet mediante su blog, recorriéndose el mundo surfeando y conociendo. Recién llegaban de Nueva Zelanda y justamente me da por saludarlos en Pichilemu, ese pañuelo que es el mundo. Ella quedó impresionada cuando le conté que seguía sus pasos por internet y enseguida quedamos para seguir viéndonos por Punta de Lobos y surfear juntos.

Volviendo al hostal donde estuve en Punta de Lobos, decirles que es un lugar mágico, donde no todos llegan y dicen parece tener un filtro de buena onda. Se ubica en el cerro, a 20 minutos caminando de la Punta de Lobos, entre pinos, caballos, vacas y montañas. La caminata es larga, pero realmente se disfruta muchísimo, siempre juntos y charlando se pasaba en nada. La vuelta, cuesta arriba y con hambre, costaba más, pero increíble caminar por esos lugares de noche, únicamente con la luz que ofrece la luna y como siempre con la mejor compañía; “El Pelao” Martín, el Cristian, el Jero, el Alex, el Rony con su polola y la californiana, sin auto y siempre a pata.

Para comer hay que ir a Pichilemu, hacer una compra de tallarines, macarrones, arroz, atún, carne, pollo, leche, pan, fruta... para tener que comer, ya que allí no hay nada. En el hostal tuve la oportunidad de poner un techo a una cabaña, entre dos, y así también recibir algo por estadía. Aquí hay mucho trabajo por realizar, tanto que si quieres te puedes quedar una larga temporada haciendo trabajos a cambio de estancia en un lugar buenazo y con Punta de Lobos a tiro de piedra, pero mi intención es seguir recorriendo al norte, aunque siempre quedó la oportunidad de volver.

A la noche surge la magia, se busca leña, se prende el fuego, nos tomamos las pizcolitas alrededor de la fogata, con el cielo estrellado y la luna aportando su luz, contando todas las típicas batallas surferas, tocando música piola e intentando arreglar el mundo. Hubo noches que invitábamos a gente que conocíamos en la playa y así nos juntábamos y armábamos buena noche.

Mención aparte la ola de Punta de Lobos... hay tres secciones en toda su bahía. La primera “Los Morros”, luego “El Mirador” y por último “El Diamante”. Es una bahía inmensa, tirando grandes y buenas izquierdas. Tuve la oportunidad de agarrar una buena fuerza que entró y ver Los Morros sacando olas de hasta tres metrazos, auténticas bombas que necesitaban tener mínimamente un 7 pies para poder surfear agusto, aunque yo con mi 5’11 siempre pal agua y aguantando todo lo que venga, pero escapándome de los auténticos cañonazos. No es sencillo surfear en Punta de Lobos; el agua helada, como viene siendo costumbre por el sur Chileno, la corriente te mantenía siempre remando y la ola hay que saber leerla bastante bien para sacarle todo su jugo, eso sí cuando te cuadra una buena se te olvidan todos los males.

Acá pude tener mi momento místico, al entrar por Los Morros ( Las Tetas, como me gusta llamarlas ). La primera vez que entré por Las Tetas me causó tal impresión que quedé parado en el agua durante un buen rato. Es una entrada arriesgada y bastante peleona porque tienes que cruzar un canal correntoso, escalar un poco con la tabla y cruzar Las Tetas en el momento exacto para que no te agarre la serie y te parta en dos. Es una experiencia en la que te sientes nadie en medio de toda la madre naturaleza. Cuando te paras entre Las Tetas, visualizando el entorno; atrás el acantilado, a ambos lados Las Tetas con su asombrosa forma, llenas de pelicanos y al frente el pacífico golpeando potentes olas que estás a punto de surfear, es, sin duda, una entrada única en el mundo.

También quiero agradecer a la escuela del Toño, donde teníamos nuestro lugar de encuentro en la playa y podíamos guardar las mochilas sin ningún problema.

En los últimos días llegaron una pareja de hermanos al hostal, Juan Pablo y la Camila, que traían una onda impresionante y compartimos todo con ellos, era una joya estar rodeado de tan buena gente en tal lugar.

Como siempre llega el momento de la despedida, seguir hacia el norte, pasando por la capital, Santiago de Chile. Es un tramo de unas cuatro horas, con tanta suerte, esa que me persigue y espero no me suelte, que los hermanos se volvían ese mismo día para Santiago y prendí viaje con ellos y con “El Pelao” que también regresaba. Estaré por Santiago unos días, conociendo un poco la capital chilena y ver si tengo la oportunidad de reencontrarme con amistades de Santiago que he hecho por el camino.

Les dejo con las fotos y vídeos de Pichilemu y de lo natural de Punta de Lobos.
Un saludo viajeros.


Fotos















 











 













 








 
Vídeos
 
 
 
 
 

8 comentarios:

  1. maravilloso................

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  2. Hey alejandro!
    me alegro que te haya gustado Punta de Lobos,
    espere verte por aca de nuevo pero bueno para la otra sera, mucha suerte en tu viaje por Chile amigo ;)

    Ulises Gamboa

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  3. Hey,mamonazo como lo sufres,ehhhh???...mira dime donde estaras del 1 al 15 de mayo y voy a verte,saludos!Joaqui

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  4. Ale, vaya puntazo tio, no pierdas la costumbre de seguir contandonos tu aventura (que nunca te abandone la suerte tio)
    ahhhh, y sigue siempre rodeado de tan buena onda. Bra and family
    otra cosita, estamos deseando enseñarle a tu padre la foto de como estabas echando el techo jejejejej!

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  5. Que tal Yefri, bueno vaya pregunta hago yo también. La verdad que se te ve muy bien rodeado siempre de buena gente y compartiendo experiencias. Espero sigas con la misma suerte que hasta ahora pero nunca olvides de andar con mucho cuidado y de tener siempre alguien cerca por si surge algún inconveniente. Un saludo para toda esa gente que está por esos mundos y coinciden contigo. La verdad que las fotos me siguen impresionando pero más me flipa el ver que la gente conecta tan bien. Te seguiremos leyendo, oye un tiron de orejas ya que ultimamente no me das toques para hablar. Ciao

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  6. Que recuerdos Ale...a mi también me encantó Punta de Lobos. Sigue disfrutando asi bichillo!

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  7. hey Ale
    energy!! todo esto nunca lo olvidarás!!!
    besos desde tu archipiélago, tu isla y tu barrio para ser más exactos!
    bonito sitio y cuidado con los martillos jaja
    besos rober y graci y un coletazo de güira (como siempre)

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  8. Me encanta PIchilemu, es un lugar espléndido. Yo viajé 2 veces, en 2015 y en 2018 y es un lugar de ensueño. Siempre que voy me hospedo en una de las cabañas en Pichilemu, son realmente increíbles y espectaculares. Viajo así porque me encanta tener la libertad de cocinar... ¡Espectacular!

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